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Majestuoso y elegante, el ciervo es el habitante más imponente de los bosques. Reconocible por sus grandes astas ramificadas, que caen y vuelven a crecer cada año, es conocido como el “rey del bosque”. Durante el otoño, en plena temporada de celo, el macho deja oír sus potentes bramidos para impresionar a sus rivales y atraer a las hembras, un espectáculo natural tan intenso como fascinante.

Sus astas pueden crecer varios centímetros por semana en primavera, convirtiéndose no solo en armas, sino también en símbolos de fuerza y madurez. Gracias a su oído y olfato extremadamente agudos, detecta cualquier peligro a distancia y sobrevive con agilidad entre los árboles. La figura de Papo reproduce a la perfección este animal icónico: cuerpo esbelto, postura orgullosa y una cornamenta detallada. Ideal para colecciones de fauna salvaje o para enseñar a los niños sobre la vida en el bosque.