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La figura de la Yegua Knabstrupper de Schleich captura con precisión la belleza única de esta raza, destacada por su llamativo pelaje blanco con manchas negras. Cada detalle ha sido pintado a mano, desde su melena gris hasta las distintivas marcas en su cuerpo, lo que le otorga un realismo impresionante.

Elaborada con materiales duraderos, esta figura es ideal tanto para coleccionistas como para niños que disfrutan de los juegos imaginativos. Sus acabados detallados y su pose elegante hacen que esta yegua sea una pieza clave en cualquier colección ecuestre.

Perfecta para recrear escenas en el campo o para exhibir en estanterías, esta figura fomenta la creatividad y el amor por los caballos. Su diseño robusto asegura que soportará horas de juego sin perder su esplendor.